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Acerca de mí

Hola, soy Carolina Montero Solano.

Soy la hermana menor de cuatro mujeres. Nací un 12 de diciembre y a los 9 meses ya decía mis primeras palabras y según mi mamá desde ese momento no hubo vuelta atrás, hablar es una de mis pasiones.

Concluí la educación Secundaria a los 16 años y a mis 21 años me gradué como Licenciada en Administración de Negocios con énfasis en Banca y Finanzas. Cuando era niña pasé de decir que quería ser Científica hasta Gerente y eso me llevó a descubrir la Administración de Negocios. Decidí que quería estudiar Administración de Negocios, pero no sabía realmente en que quería trabajar, cuál era mi propósito.

La vida me fue poniendo señales, que hasta hace poco tiempo me di cuenta de que eran parte del rompecabezas de mi vida. Desde niña acompañé a mi papá a las Ferias de Vivienda que hacían en mi país, pues él es vendedor de Bienes Raíces. Me encantaba y siempre regresaba a mi casa con todas las regalías que me daban en los diferentes estantes. Lo curioso es que hasta hace pocos años me di cuenta de que aún conservaba algunos regalos que me habían dado en un Banco y que fue justamente ese Banco donde me dieron mi primer trabajo oficial (con cargas sociales y un horario determinado).

Otra parte del rompecabezas fue la cantidad de veces que vendí a mi familia los confites que recogía en las piñatas durante mi niñez y también les vendía los dibujos que hacía, hasta hacía promociones. Siempre pedí que en el garaje de mi casa abriéramos una pulpería. En mi adolescencia lavaba los carros de mis papás y de mis hermanas y hasta llegué a limpiar el apartamento de una de mis hermanas, todo para ganar dinero. Esto era, sin duda, la parte de mi rompecabezas que me decía que mi relación con el dinero iba a ser importante.

Mientras cursaba mi carrera universitaria trabajé ocasionalmente con una de mis tías en su Guardería, ayudándola a cuidar niños cuando una niñera faltaba. Trabajé con mi papá asistiéndole con las redes sociales de su negocio de Bienes Raíces y también estuve al lado de mi mamá en su negocio de logística para la exportación de productos perecederos. No sabía lo mucho que estaba aprendiendo de esos pequeños trabajos, no sabía que ahora haría un negocio que se tendría que vender en Redes Sociales, pero aprendí (de cuidar niños, el trabajo más cansado que he tenido, sin duda) que todo trabajo dignifica y que los negocios se consolidan con perseverancia, y resiliencia.

Conforme fui creciendo fue apoderándome de creencias que me iban inculcando, crecí en una familia con padres divorciados. Para el momento del divorcio mi mamá había dejado de trabajar y las cosas se pusieron difíciles, manché el dinero con pensamientos de que era difícil ganarlo, de que generaba inestabilidad emocional cuando hacía falta, que había que pelearlo y a veces más bien, había que soltarlo para tener paz en mi familia. Crecí escuchando a mis papás decir que solo se vive de manera estable si se tiene un salario fijo y eso más que una creencia se convirtió en un temor.

Luego comencé a trabajar y mis padres a envejecer y vi dos historias totalmente opuestas, cómo mi mamá se pensionada a los 63 años y como a mi papá debíamos ayudarlo para salir adelante. Para ese momento ya era mucho más consciente de mis creencias limitantes y del dinero. Paralelo a eso ya trabajaba en el Banco y todos los días escuchaba las palabras de personas con creencias distintas acerca del dinero, personas abundantes, personas aferradas a lo poco que tenían, personas que no les gustaba el riesgo, personas que odiaban el dinero y la minoría lo sabía disfrutar. Mi trabajo me ayudó a comprender que realmente hoy somos producto de las decisiones que vamos tomando a través de nuestro diario vivir, casi siempre inconscientemente.

Cuando llegué a tener consciencia de mis creencias limitantes y limpié mi relación con el dinero, logré certificarme como Asesora Financiera.  Esto hizo más evidente las opiniones de todas las personas con las que interactuaba, el problema de la falta de educación financiera es real. Comencé a soñar con llegar a ser la Asesora Financiera de muchas personas y enseñarles todo lo que sabía del dinero, que no son sólo números, que para arreglar nuestros problemas financieros debemos tener una relación integral con el dinero. Quiero ayudarles a llevar luz a todas las creencias limitantes que tenemos, a ordenar y a reparar lo que pensábamos que no tenía solución, a ayudarles a salir del hoyo en el que están excavando cada día más profundo, un hoyo en el que sé que en algún momento mis papás estuvieron cuando tuvimos que vender nuestra casa, por ejemplo.


He visto como le echamos la culpa de nuestros problemas al dinero, pero como no buscamos solución. Hoy sé que mi propósito de vida es guiar a las personas a que encuentren su felicidad financiera, esto significa que sus problemas poco tengan que ver con el dinero. Que comprendan que al dinero hay que darle propósito, porque no es más que una herramienta que nos ayuda a lograr metas y a disfrutar de los placeres de la vida.

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